NUESTRA HISTORIA

La Unidad Educativa  Particular “La Inmaculada”  se encuentra  regentada   por la Congregación de la Providencia y de la Inmaculada Concepción.  Las hermanas que dirigen esta obra educativa continúan los preceptos establecidos por el fundador   Beato JUAN MARTÍN MOYË a quien se lo describe en la siguiente biografía: 

Un Sacerdote, un Misionero y un Místico

Nació el 27 de enero de 1730 en Cutting (Francia). Sus padres Juan Moyë y Ana Catalina Demange. Fue el sexto hijo de una familia de 13 hermanos.  Sus padres  le iniciaron  en el conocimiento  de Dios.  De su papá aprendió la pasión por Jesucristo y de su madre aprendió la caridad por los enfermos y la atención por las viudas. De los dos se ejercitó para amar a Dios y al prójimo con pasión.

Dotado de gran inteligencia, de cualidades espirituales y de agudo sentido por la justicia; Juan Martín,  estuvo  inclinado desde pequeño a la oración y la soledad.

En Estrasburgo, en el seminario diocesano de Metz  hizo sus estudios universitarios;  se  relacionó con jóvenes de diferentes regiones, nacionalidades y clases sociales.  Su vocación se fue haciendo evidente, fue   ordenado  de sacerdote  en fecha  de   9 de marzo de 1754. Jamás hizo de menos a nadie y  amó a todos sin condición.

 

Ordenado sacerdote, rechazó cargos y nombramientos de poder y de prestigio, se  dedicó preferentemente a predicar misiones en las aldeas más pobres, así comprobó la necesidad de instruir y educar integralmente a las niñas  abandonadas  en  las campiñas de  Lorena de ese entonces.

 

Un 14 de  enero   de 1762,  se abrió   la primera escuela.  Así nació la Congregación de las Hermanas de la Providencia, a quienes recomienda  «abandono en Dios», «pobreza, sencillez y caridad”. A los 38 años ingresa en el seminario de misiones extranjeras de París. Fue enviado a  China, a donde llega el año 1771. Sus largos viajes, sus penalidades apostólicas, las torturas físicas que tuvo que sufrir como testigo del evangelio le condujeron a un mayor abandono en la Providencia.

 

El año 1784 está nuevamente en su Francia natal, enfermo y lleno de ilusiones para proseguir sus misiones populares. La revolución francesa le obliga a expatriarse en Alemania. Contagiado por el tifus, murió el 4 de mayo de 1793. Fue beatificado por Pío XII el 21 de noviembre de 1954. Su memoria se celebra el 4 de mayo. 

 

Las instituciones educativas se fundamentan  en el principio básico: “Nada es más importante que la educación de la niñez y de la juventud, pues de ella depende toda la vida”.

+90

AÑOS

112

DOCENTES

+1200

ALUMNOS

“Tuve la dicha de estudiar en la Inmaculada de Esmeraldas y agradezco tu apoyo en mis estudios”
Micaela Santillan DICE
EX-ALUMNA